02/08/2025
La INDULGENCIA PLENARIA de la PORCIÚNCULA se puede obtener desde las 12 hs del 1 de AGOSTO y TODO el 2 de AGOSTO
En 1216, san Francisco pidió que todo el que, contrito y confesado, entrara a diario en la iglesita de la Porciúncula (Asís, Italia), ganara una indulgencia plenaria, por una visión que tuvo del Señor allí, por esto se llama la Indulgencia de la Porciúncula. Se puede obtener esta Indulgencia en todas las iglesias franciscanas, o en las iglesias catedrales y parroquiales (donde no haya franciscanos), el 2 de agosto (desde el 1 de agosto a las 12 hs), obteniéndose una sola vez por uno mismo, con las siguientes condiciones:
1) Visitar una de las iglesias mencionadas, rezando un Padrenuestro y el Credo,
2) Confesarse, comulgar, y rezar por las intenciones del Papa, (Padrenuestro, Avemaría y Gloria); que puede cumplirse 15 días antes o después, pero conviene que la comunión y la oración por el Papa se realicen en el día en que se gana la Indulgencia.
Si desea ganarse para un ser querido difunto, se debe salir del templo y volver a entrar, y volver a rezar el Credo, el Padrenuestro y rezar por las intenciones del Papa (Padrenuestro, Avemaría y Gloria). Si desea ofrecer otra Indulgencia Plenaria por otro difunto, deberá repetir todo otra vez por cada uno. La Indulgencia Plenaria sólo aplica por la persona que la hace, no por otras personas vivas. Por los difuntos será por todos los que queramos, entrando y saliendo del templo cumpliendo las condiciones. Los enfermos lo pueden ganar desde su casa, si en verdad no pueden salir, siempre que un Ministro de la Comunión les lleve la Eucaristía lo más pronto posible (hasta 8 días después del 2 de agosto). La Indulgencia Plenaria es el perdón total de la culpa y la pena de los pecados que hemos cometido en nuestra vida hasta el momento en el que la ganamos, como si volviéramos a nacer y nos volvieran a bautizar, se nos perdonan los pecados que hemos cometido hasta ese momento. Es importante tener el deseo de ganar la Indulgencia; excluyendo todo deseo de cualquier pecado, incluso venial, y tener el deseo de cambiar y ser mejores, si no hay esa actitud, no se gana la Indulgencia.