18/04/2025
💛💛💛
Historia.
La Pascua Sanlorenceña comenzaba en las primeras horas de la tarde del día viernes y durante toda la noche, para esperar el sábado, poco a poco llegaban los feligreses de todas las poblaciones circunvecinas, que en aquellos años era la plaza actual, luego el riachuelo a poca distancia, hacia el Este de la casa de Méndez y la que tenía un puente rumbo al Este por la que se llegaba a la llamada “Tarija Cancha”.
Habían carpas improvisadas y barandas para sujetar las riendas de los caballos ensillados y después de la misa de resurrección comenzaba lo que se llamaba “el zapateo de la Pascua” donde el violín era el instrumento que remplazaba a la camacheña y la caja en las manifestaciones folklóricas que son tradicionales, donde el juego de la taba y la rayuela era un espectáculo porque habían expertos en el juego que lanzaban el hueso vacuno con el famoso “tiro y volteo” no solamente para la cara de la suerte sino que era común el llamado “pinino de la taba’”, junto al juego comenzaba el libado de la chicha, los singanis y vinos dando paso las copleadas y los contrapuntos de pascua y resurrección.
El elixir de dominio en todas las inmediaciones de la iglesia como de las tolderías era el “agua y anchi” una chicha elaborada de maíz con pasas de uva y nuez, hecha con el llamado “mu´ku” y la culinaria abundante con gallinas criollas y maicenas diversas, donde el arroz con leche y natas era el manjar de los niños.
Las tablillas, ancucos, pepitas de leche, rosquetes y empanadas blanqueadas de lacayote eran el gusto de todos y caracterizaban a sus elaboradoras, que diferenciaban a una y otra experta porque a unos les gustaba más los rosquetes de doña Petrona, a otros los ancucos de doña Rosa, a otros el arroz con leche de doña Sara, o los picantes y chicha como el “agua y anchi” de la “miss San Lorenzo”.