31/03/2024
LAS TERRENAS, EFECTOS DE LA COMUNICACIÓN DEL ODIO
Por. Lic. Aníbal Corcino M.
Cuando niño, a todos nos pasó, que teníamos un hermano o hermana que era agitador, esa persona delante de la cual no podías hacer nada fuera de lugar o distinto, porque todo lo contaba; De esa persona siempre nos cuidamos y cuando hacíamos algo y esa persona se enteraba buscábamos el medio de callarlo, pero siempre consiente de que ese silencio no duraría para siempre; De ahí el dicho “Te devuelvo tu dinero, porque no aguanto callar más este chisme”
El agitador, también fue sujeto de muchos beneficios como consecuencia de su obra maligna, pero también de mucho desprecio, sobre todo cuando la vara castigadora del ajusticiador caía sobre el delatado. Pero la obra del chivato, no solo llega a decir lo que ve, lo agita, lo manipula, lo agranda y es capaz de crear, de cosas pequeñas cosas grandes sin importar las consecuencias, porque su único objetivo es llamar la atención y ganar el respeto de quienes adula. Pero más aún y en otros casos hasta cobrar una deuda política a todo costo.
Sin embargo, algo que todos también témenos claro, es que el chivato, manipulador y agitador es también responsable de grandes males, es responsable de muertes, de heridas profundas físicas y mentales, es responsable de separaciones de pareja, de socios y amigos, de quiebra de negocios y en este caso de hasta sumergir a todo un pueblo en el fracaso comercial. De hundir a una comunidad que representa más que un negocio, una tradición y el sustento de muchos como es el caso de las terrenas.
Durante todo el año 2023 y parte del año 2024 escuché a comunicadores de las Terrenas agitar, manipular, tergiversar y sacar provecho de un error que se cometió como pueblo en las Terrenas. A todo esto, reconociendo, que La llegada de Alofoke y su fiesta en las Terrenas provocaron un caos y un desorden de marca mayor, pero no es menos cierto, que este herrar no fue de Alofoke, fue del pueblo y sus autoridades, y mi gran pregunta es ¿Sabia el pueblo y las autoridades lo que pasaría? Mi punto es que no. No creo que ellos tenían idea de lo que esto representaría para el destino turístico.
Esta llegada de Santiago Matías y sus seguidores resentidos sociales en mayoría y sin educación, fue una experiencia amarga y muy desagradable, pero ¿qué es lo justo? Liquidarse unos a otros, destruirse, como por afanes políticos lo han hecho algunos comunicadores sin pensar en las consecuencias de sus palabras y reportajes. ¡No creo! En comunicación existe una máxima o regla de oro, no se pide excusa por los errores que suceden durante el show, dado que no todo el mundo los nota, más cuando pides excusas todo el mundo se entera. En el Show no hay errores, hay improvisaciones y las improvisaciones se orden y se adecuan.
En este caso, la agitadora conducta de algunos comunicadores durante todo un año, sobre el error que había cometido por el pueblo de las terrenas y sus autoridades el año pasado en la semana santa, esa falta de tacto para cuidarse uno a otros, ese deseo con ira de sobresalir, ese antagonismo dese de obtener la atención a toda costa y lograr hacerse ver de modo obligatorio, es desde mi óptica el responsable de todo lo que paso en el país con las fiestas públicas y privadas este año.
Es evidente, como el mal vivir de algunos, cuando toman algo tan poderoso en las manos como un micrófono pueden influir para bien o para mal, y en este caso nos sabemos, pero lo que sí sé, es que las terrenas ahora tendrá un gran reto, porque los clientes de mala calidad y de bajo poder adquisitivo hicieron salir a muchos de los de clase y mejor educación, los cuales de seguro ya buscaron otro rumbo, pero con estas medidas de ahora ya se expulsa de manera natural al malo, al mal educado y desorden y a esto yo me pregunto ¿Con qué cliente o público contará las Terrenas el próximo año?
Lo correcto sería desde ya a crear una nueva campaña publicitaria, que atraiga a algún grupo, porque si a los malos no los quieren y a los buenos ya se han ido ¿Con quién se contará la próxima semana santa? Reflexión: Comunicar requiere de responsabilidad, tacto, raciocinio y respeto.
