28/02/2025
El Gran Banquete de los Neandertales
Hace miles de años, en una pequeña cueva al pie de una gran montaña, vivía un grupo de neandertales. Aunque su vida era difícil, siempre se ayudaban entre sí. Había un neandertal llamado Uru, que era muy fuerte y siempre traía grandes piezas de carne para la cueva. Pero a veces, Uru no compartía su comida con los demás. "Es mía, la he cazado yo", pensaba.
Un día, Uru cazó un gran mamut, y toda la cueva se llenó de emoción. "¡Hoy tendremos una fiesta!", gritó Uru, pero cuando empezó a repartir, vio que había pocos trozos para todos. La carne del mamut era enorme, pero si no la compartía, todos quedarían con hambre.
Al principio, Uru no quiso compartir más. Miraba a su alrededor y veía a sus amigos y familiares, pero pensó que él había sido quien cazó el mamut, así que lo merecía todo. Los otros neandertales, que también tenían hambre, miraban en silencio.
Entonces, llegó Nala, una pequeña neandertal que siempre estaba dispuesta a ayudar. "Uru", le dijo con una sonrisa, "si compartimos, todos comeremos y seremos más fuertes. Si solo tú comes, otros tendrán que quedarse sin energía, y eso nos hará más débiles como grupo."
Uru pensó por un momento y vio lo cierto que era lo que Nala decía. Miró a los demás, que ya estaban cansados de cazar y buscar comida, y comprendió que el verdadero tesoro no era la carne, sino la fuerza de estar unidos.
Con una sonrisa, Uru comenzó a repartir generosamente. Dio trozos grandes a los más pequeños y a los más viejos, y todos comieron felices. La cueva se llenó de risas y alegría, y Uru aprendió una valiosa lección: cuando compartimos, todos somos más fuertes.
Desde ese día, Uru siempre se aseguró de que nadie pasara hambre en la cueva. Y así, su grupo creció más unido y feliz. Porque, como decía Nala, la verdadera fuerza no está en lo que uno tiene, sino en lo que se comparte con los demás.
Moraleja: Compartir lo que tenemos hace más fuerte a todo el grupo, y cuando trabajamos juntos, todos ganamos.
Pedro S.M.