Patty Rodriguez

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Patty Rodriguez Profesional en Viajes y Turismo. Asesoria de viajes, turismo y vacaciones.

Justo antes de partir...Antes de morir a los 40 años, víctima de un cáncer de estómago fulminante, la diseñadora y autor...
13/08/2025

Justo antes de partir...

Antes de morir a los 40 años, víctima de un cáncer de estómago fulminante, la diseñadora y autora de renombre mundial Crisda Rodríguez escribió estas palabras que estremecen el alma:

Tenía el coche más caro del mundo... hoy me muevo en una silla de ruedas.

Mi marca vendía ropa de lujo, zapatos y objetos de valor… ahora estoy envuelta en una sábana de hospital.

Tengo millones en el banco… y ya no puedo usarlos para nada.

Vivía en una mansión… ahora duermo en dos camas empujadas en un pasillo de hospital.

De hoteles cinco estrellas... a laboratorios sin ventanas.

Firmé cientos de autógrafos… ahora mi firma está en papeles médicos.

Tenía siete estilistas… hoy no tengo ni un solo cabello.

Viajé en jet privado… hoy necesito ayuda para llegar al baño.

Tenía acceso a la mejor gastronomía… hoy solo tomo dos pastillas y unas gotas de suero.

Todo eso —el dinero, la fama, los lujos— no me sirve de nada hoy.
Porque nada es más real que la muerte.
Y nada más valioso que la salud.

Si tienes salud, comida, un techo y una familia… créeme: lo tienes todo.
No lo olvides. No esperes a perderlo para valorarlo.
Web

22/07/2025
22/07/2025
La vida después de los 65 no es el final.Es esa luz dorada donde, por fin, puedes sentarte… y simplemente sentir el calo...
27/06/2025

La vida después de los 65 no es el final.
Es esa luz dorada donde, por fin, puedes sentarte… y simplemente sentir el calor.

🔸 Entre tu primer aliento y el último, hay un espacio sagrado: el tiempo que te pertenece.
Vívelo para ti. No para dejar herencias, ni para cumplir expectativas ajenas.
No para quienes no saben cuántas veces te desvelaste o cuántas monedas contaste con cuidado.
Permítete gastar — no por capricho, sino con alegría.
No en lo ruidoso… sino en lo que da sentido: en sueños, en abrazos, en momentos que huelen a vida.

🔸 No corras detrás de nuevas inversiones. Invierte en ti.
El tiempo es el tesoro más valioso en esta etapa.
Y no debe darte miedo, debe darte sabor: a café por la mañana, a brisa en la cara, a charla sin apuro.

🔸 Tus hijos ya caminan por sus propios senderos.
Les diste lo mejor de ti: amor, refugio, apoyo, alma.
Ahora — es tu momento.
Cuidarte no es egoísmo. Es respeto por todo lo que has dado.

🔸 Cuida tu cuerpo, no por vanidad, sino por amor.
Muévete, respira hondo, come sin culpa.
Y no postergues tus chequeos — no porque temas enfermar, sino porque amas estar vivo.

🔸 Regálate cosas lindas.
No necesitas una excusa.
Un perfume, una flor, un paseo sin rumbo.
Hazlo por ti.
Y disfrútalo con quien camina a tu lado. Porque el dinero no abriga cuando el alma se siente sola.

🔸 No te quedes atrapado en el pasado.
Recuerda con ternura, pero no te detengas.
El hoy es el único momento que existe de verdad.
Tu taza de té, tu manta, la luz entrando por la ventana. Eso… eso es vivir.

🔸 Vístete como te sientas.
No hay edad para estar bien con uno mismo.
El estilo no se mide en años, se nota en la mirada.

🔸 Aprende algo nuevo.
Internet no es territorio ajeno. Es un puente hacia la música que amabas, las personas que extrañas, el mundo que aún puedes descubrir.
Atrévete.

🔸 Escucha a los jóvenes sin compararte.
No quieren ser como tú, quieren aprender de ti.
Tu historia puede darles raíces.

🔸 A esta edad, hay quienes se apagan… y quienes encienden.
Rodéate de los que brillan.
La alegría es contagiosa. Y elegirla… también es madurez.

🔸 Vivir con los hijos no es deber, es decisión.
Quédate cerca si te da paz.
Vive aparte si te da libertad.
Ambas cosas son amor.

🔸 Que no se apague tu chispa.
Empieza algo. Lo que sea. Un jardín, un poema, una caminata nueva.
Haz que tus días tengan una razón para sonreír.

🔸 Habla con suavidad.
La amargura marchita más que los años.
Perdona, suelta, respira.
No cargues más de lo que puedes amar.

🔸 El dolor vendrá. Pero que no te defina.
Respóndele con una sonrisa.
Silenciosa, serena… pero firme.

🔸 Y sobre todo — mírate con ternura.
Has llegado hasta aquí.
Con cicatrices, sí. Pero también con historia, con sabiduría, con amor que aún vive en tu pecho.

Vive.
Y sé feliz.
No porque todo sea perfecto.
Sino porque tú… tú ya eres un milagro.
Tomadodelared

Dicen que las nutrias duermen tomadas de la mano…para no perderse mientras duermen.Y no lo hacen por instinto, lo hacen ...
11/06/2025

Dicen que las nutrias duermen tomadas de la mano…
para no perderse mientras duermen.

Y no lo hacen por instinto, lo hacen por amor.
Cuando el río se agita, cuando la corriente arrastra, cuando la noche es oscura…
ellas se buscan.
Se aferran.
Se eligen. Una y otra vez.

No hacen promesas eternas.
No dicen “para siempre”.
Solo se dan la mano… hoy.
Y eso basta.

Porque el verdadero amor no necesita ruido.
Ni juramentos.
Solo necesita presencia.

Las nutrias no discuten por quién tiene la razón.
No escapan cuando hay corriente.
Se quedan. Flotan juntas. Luchan juntas.

Cuando una se duerme… la otra la sostiene.
Cuando una se cansa… la otra no la suelta.
No por obligación. Sino por amor.

Así construyen su vínculo:
Con gestos pequeños.
Con paciencia.
Con cuidado.
Con ternura que no necesita espectáculo.

Y en un mundo donde muchos sueltan ante el primer problema…
ellas nos recuerdan que hay amores que resisten.
Que cuidan sin hablar.
Que se sostienen en silencio…
y brillan cuando llega la tormenta.

Porque ahí es donde se revela la verdad:
No todos los que dicen “te amo” te sostienen.
Pero quien te sostiene…
no necesita decirlo.

Una mujer que tenía una relación muy difícil con su esposo sufrió un paro cardíaco. Estando al borde de la muerte, se le...
19/05/2025

Una mujer que tenía una relación muy difícil con su esposo sufrió un paro cardíaco. Estando al borde de la muerte, se le apareció un ángel y le dijo:

—Tus buenas acciones y tus errores están muy parejos. Todavía no puedes entrar al cielo. Pero si quieres, puedes regresar unos días más para hacer lo que te falta.

Ella aceptó. Al abrir los ojos, estaba otra vez en su casa. Todo igual. Su esposo seguía durmiendo en el sofá, sin dirigirle la palabra. Hacía tiempo que no se hablaban, solo compartían techo y silencio.

Lo miró: cansado, planchando su propia ropa para ir a trabajar. Sintió una mezcla de culpa y orgullo. Pensó:

—Tal vez me conviene hacer las paces… ¿pero por qué tendría que ser yo la que dé el primer paso?

Y se enojó aún más:

—Él fue el que cambió cuando lo despidieron. El que se volvió frío, el que gritaba. Yo me quedé remando con lo poco que teníamos. ¿Y encima ahora yo tengo que pedir perdón?

Pero entonces volvió a escuchar la voz del ángel:

—“Recuerda: unas buenas acciones más… y podrás entrar al cielo.”

Esa noche, mientras su esposo no estaba, ella tomó una decisión. Lavó su ropa, cocinó su platillo favorito, puso flores en la mesa, encendió unas velas… y escribió una carta:

“Creo que estarías mejor durmiendo en nuestra cama. Esa donde nacieron nuestros hijos, donde los abrazos fueron refugio. Si puedes perdonarme, allí te espero.
Tu esposa.”

Pero al terminarla, dudó. Rompió la hoja y pensó:

—¿Estoy loca? ¿Yo voy a disculparme si él fue el que destruyó todo?

Y entonces… recordó. Recordó la vez que él llegó con una carta de amor escrita a mano y un pincel nuevo para que volviera a pintar. Recordó cómo ella, con rabia, quemó sus cuadros. Cómo lo llamó inútil. Cómo se burló de sus sueños. Recordó que él también tenía miedo. Que él también lo había perdido todo.

Volvió a escribir la carta, pero esta vez con más corazón:

“No supe ver tu miedo. No entendí lo que te dolía perder ese trabajo. Me desesperé, me olvidé de tus sueños. Perdóname. Te amo. Quiero ayudarte a volver a ser feliz.
Tu esposa.”

Cuando él regresó del trabajo y abrió la puerta, notó el olor a comida, la música suave, las velas encendidas… y la nota en el sofá.

Ella salió de la cocina con la cena, y lo encontró llorando, hecho un niño. Corrió a abrazarlo. No se dijeron nada. Solo se abrazaron. Esa noche se amaron como al principio. Rieron, cenaron, recordaron a sus hijos de pequeños… y por primera vez en años, se sintieron en casa.

Él la ayudó a recoger la mesa. Mientras ella lavaba los platos, miró por la ventana… y vio al ángel esperándola en el jardín.

Salió, llorando:

—Por favor, no me lo quites todavía. No quiero solo un día. Quiero ayudarlo a pintar otra vez. Quiero reconstruir lo que destruí. Prometo que en poco tiempo él va a volver a sonreír. Entonces, si quieres, ya me puedes llevar.

El ángel le sonrió:

—No tengo que llevarte a ningún lado. Ya estás en el cielo. Tú lo creaste… con tu amor, tu humildad, y tu decisión de perdonar.

Desde la cocina, su esposo gritó:

—Mi amor, hace frío. Ven a acostarte… mañana será otro día.

Ella sonrió. Y pensó:

“Sí… gracias a Dios, mañana será otro día.”

Moraleja:
Muchos se quejan de lo que no reciben… pero, ¿ya pensaste en lo que no das?
A veces señalamos los errores del otro, sin mirar cuántas veces también hemos fallado.
Queremos paz, pero sembramos rencor.
Queremos amor, pero guardamos orgullo.
Queremos cambiar al mundo… pero no empezamos por nuestro propio hogar.

El in****no no siempre es fuego… a veces es silencio, indiferencia y orgullo.
Y el cielo… puede ser una mirada, un abrazo, una carta sincera.

El cielo no es un lugar lejano. También se puede construir aquí, con tus manos… y tu corazón.

CHICHA DE JORA.
18/05/2025

CHICHA DE JORA.

18/05/2025
Robert Francis Prevost OSA (nacido el 14 de septiembre de 1955) es un prelado católico estadounidense que ha sido jefe d...
11/05/2025

Robert Francis Prevost OSA (nacido el 14 de septiembre de 1955) es un prelado católico estadounidense que ha sido jefe de la Iglesia católica y soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 8 de mayo de 2025.
Se desempeñó como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina desde 2023. Anteriormente se desempeñó como obispo de Chiclayo en Perú de 2015 a 2023, y fue prior general de la Orden de San Agustín de 2001 a 2013. En 2015, el cardenal Prevost se convirtió en ciudadano naturalizado del Perú según lo confirmado por el Registro Civil Nacional del Perú.
En 2025, fue elegido Papa.

No quiero ser un estorbo en mi vejezNo le tengo miedo a ser  anciana, no le temo a las arrugas ni a la piel que se afloj...
29/04/2025

No quiero ser un estorbo en mi vejez
No le tengo miedo a ser anciana, no le temo a las arrugas ni a la piel que se afloja como una sábana al viento. No me asustan los cabellos plateados ni el paso lento de mis propios pies. No le temo a la soledad, porque la he amado, la he hecho mi aliada, mi refugio.

Pero hay algo que sí me inquieta, algo que se esconde en la sombra de los años que aún no he vivido: el destino. Ese que juega con las cartas marcadas, que a veces te sienta en la mesa con una copa de vino y otras te deja esperando bajo la lluvia sin abrigo.

No quiero ser una carga, un suspiro de resignación en la boca de nadie. No quiero ver en los ojos de los demás el reflejo de mi fragilidad, de mi dependencia. No quiero que mi nombre se convierta en sinónimo de sacrificio ajeno.

Quiero ser viento, quiero ser brisa, quiero seguir moviéndome aunque el cuerpo duela. Quiero que mi vejez sea un poema de libertad, un café con aroma a recuerdos, un óleo que aún busca su última pincelada.

No le temo a la vejez. Le temo a perderme en un destino que no elegí.

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