12/05/2025
Mientras realizaba mi actividad de observación de aves en mesetas Meta, Colombia, en pleno bosque húmedo tropical sonoro del Cerro del Indio Acostado, viví un instante mágico. El susurro del bosque me llevó a encontrar dos plumas delicadas, abandonadas recientemente por una criatura esquiva y encantadora: una (Tinamus sp.).
Una pluma con diseño moteado, ideal para confundirse entre la hojarasca, probablemente del ala o la cola. La otra, más suave y clara, quizás del pecho. Ambas hablan de la belleza silente de esta ave que rara vez se deja ver, pero cuya presencia se siente viva en la espesura del bosque.
Este regalo de la naturaleza llegó durante el Global Big Day 2025, un día en el que miles de personas alrededor del mundo salimos a celebrar, registrar y proteger las aves. Una travesía rural envuelta en magia y paz, que reafirma la conexión sagrada entre el ser humano y la vida silvestre.