
07/06/2021
Toda la alta sociedad francesa se había reunido aquel siete de junio en la imponente catedral de Reims. El pueblo, tranquilo y expectante, esperaba fuera. Atrás quedaban los años de insurrección, aunque el humo de las revueltas casi podía verse en el horizonte.
Mil veces le habían repetido que este era su destino, pero aquel muchacho de apenas dieciséis años estaba aterrorizado. Cuentan que cuando era más pequeño una turba enfurecida asaltó el Palacio del Louvre, buscando acabar con la vida del joven príncipe. Al encontrarlo durmiendo en sus aposentos con los ojos cerrados, los rizos cubriendo su piel rosada y el gesto lleno de paz, no pudieron hacerlo y abandonaron el palacio pidiendo perdón y jurando lealtad al futuro rey.
Ese crío que fingía dormir bajo las sábanas terminaría por convertirse en uno de los monarcas más importantes de Francia, y su reinado de 72 años el más duradero de la historia, el pueblo le había perdonado la vida a «Luis el Grande», «el Rey Sol», el corazón de Versalles.
Un 7 de junio de 1654 el pequeño Luis XIV es coronado en la Catedral de Reims.
🎨: Retrato de Luis XIV niño. Anónimo.
🎨: Luis XIV. Hyacinthe Rigaud, 1701.
🎨: Coronación de Luis XIV. Grabado de Jean Le Pautre.