
29/07/2025
Hoy 29 de julio no te pierdas la opinión en Perspectivas de Kary Valencia Leyva “GÉNERO Y PODER: ¿DENUNCIA LEGÍTIMA O ESTRATEGIA POLÍTICA?” Opinión Libre y Constructiva.
Es innegable que muchas mujeres en la política enfrentan violencia por razón de género (una realidad que debe ser combatida si o si y con firmeza), pero también es cierto que no todas las críticas o cuestionamientos a una figura pública pueden ni deben ser interpretados bajo ese lente.
Es interesante observar como pretenden encuadrar como violencia política de genero una circunstancia que pareciera en realidad ser una reacción social que obedece a las omisiones del desempeño de la que hoy es Presidenta Municipal de Acapulco, su desempeño se ha vuelto profundamente cuestionado.
Acapulco ha enfrentado y sigue enfrentando crisis serias en materia de seguridad, servicios públicos y reconstrucción tras desastres, y la ciudadanía tiene todo el derecho de exigir cuentas. Confundir exigencias legítimas con ataques misóginos diluye la verdadera lucha contra la violencia de género y debilita el instrumento legal que protege a las mujeres que sí están siendo violentadas por su condición.
El riesgo de este tipo de denuncias reside en que puedan ser utilizadas como escudo político para evadir responsabilidades o desviar la atención del debate público. La violencia de género no puede convertirse en una etiqueta automática para descalificar la crítica, especialmente cuando viene de una ciudadanía harta de ineficiencia o de falta de respuestas concretas.
Con esto, no digo que se minimice la importancia del combate a la violencia contra las mujeres, sino hago hincapié en que se debe preservar la seriedad del concepto. Politizar este tipo de denuncias puede terminar afectando más a la causa feminista que fortaleciéndola.
Definitivamente no comparto la intención de atribuir la crítica ciudadana a violencia política de género. La rendición de cuentas no distingue género, y es precisamente en una democracia madura donde las funcionarias y funcionarios deben poder responder a la crítica sin escudarse en discursos que desvíen la atención de su gestión.
Como ciudadanía, no podemos permitir que se use la bandera de la violencia de género para callar nuestras voces. Exigir resultados no es violencia, es nuestro derecho, y hoy más que nunca, Acapulco necesita respuestas, no pretextos.