06/05/2025
“Lo que nadie te cuenta de la bioluminiscencia en Holbox (y por qué no la vas a poder grabar)”🌌
Todos hablan de Holbox: sus playas, los carritos de golf, la pizza de langosta… pero pocos te cuentan sobre lo más mágico que me tocó vivir ahí: la bioluminiscencia.
Antes de viajar, investigué bien y elegí una fecha con luna nueva. Es clave. Porque entre más oscura la noche, más brillante el mar.
Mi primer día me quedé en un hostal céntrico. Quería explorar la isla, ver distancias, probar la comida, caminar entre murales, ubicar los tours y, claro, rentar un carrito de golf (porque eso hay que vivirlo). Me di cuenta rápido de que Holbox es pequeña, pero está llena de sorpresas.
Para el tour de bioluminiscencia hay varias opciones. Yo elegí hacerlo en lancha. Y fue la mejor decisión.
Cuando la lancha avanza y br**ca sobre las olas, el mar se enciende. De verdad. Azul neón. Como si estuvieras navegando sobre estrellas líquidas. Si ves otra lancha frente a ti dejando una estela luminosa… es simplemente mágico.
Llevaba cámaras profesionales, de esas que usan los creadores de contenido, con la esperanza de capturar ese brillo. Pero no… ni el mejor equipo logra transmitir lo que ven tus ojos. La bioluminiscencia no se graba, se vive.
Holbox es también el tiburón ballena, los flamencos, playas de ensueño… pero si hay algo que te recomendaría hacer sí o sí, es esto.
Planea tu visita en noche de luna nueva, quédate al menos una noche y regálate ese momento. Es como un portal: una experiencia tan sencilla y tan poderosa, que se queda contigo para siempre.
No es un show.
Es naturaleza.
Y está viva.