05/01/2024
Había una vez, en un lejano reino montañoso, que los tres Reyes Magos decidieron cambiar su ruta tradicional. Guiados por una estrella brillante, emprendieron un viaje de senderismo para llevar sus regalos especiales.
Melchor, Gaspar y Baltasar subieron empinados cerros, atravesaron bosques mesófilos, de encino y Pino descubriendo la magia de la naturaleza en cada paso. Llevaban consigo mochilas llenas de regalos, pero también llevaban consigo la emoción de explorar nuevos caminos.
Durante su travesía, se encontraron con animales curiosos que se unieron a ellos: venados, tlacuaches y diversas especies de aves que se convirtieron en compañeros leales. Juntos, compartieron risas y disfrutaron de vistas impresionantes, convirtiendo su misión en una aventura inolvidable.
Finalmente, llegaron a la cima de la montaña más alta, justo a tiempo para la llegada de la estrella guía (el sol para el atardecer). Desde allí, vieron el resplandor de las luces de la ciudad y supieron que era hora de compartir la magia de la Navidad.
Descendieron de las alturas para repartir regalos a cada hogar, dejando una estela de alegría y asombro. Y así, los tres Reyes Magos demostraron que la magia de la Navidad puede encontrarse no solo en los regalos, sino también en la aventura de descubrir nuevos horizontes.
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