18/11/2024
Los tiempos del conductismo operante de Skinner, no ha pasado de moda. Antes, algún animalito palanqueaba algún mecanismo para poder dotarse a sí mismo de alimento, ejecutando acciones simples y controladas para conseguir sus recompensas alimentarias.. Hoy, los reforzadores positivos vienen cargados de "ganancias secundarias" como alicientes a la autoestima de las personas, sentimientos de logro, afiliación social, generación de dopamina, mucho de esto, pasado por un filtro, un aparato tecnológico que al pasar de un emisor a un receptor, la persona obtiene sus recompensas sociales.
Bien lo decía Maslow: Cada ser humano pasa de un reconocimiento de necesidades, desde las más básicas, hasta la de mayor jerarquía en el ser humano que es la de "autorrealización" la recompensa para cada uno será distinta, cada quien sabrá cuál será su autorrealización.
Somos seres sociales por naturaleza, pero tampoco olvidemos que la verdadera apreciación de la vida es fuera de cámaras. No te conviene volverte un lacayo más del eterno insatisfecho de la necesidad de afiliación o social de aparatos 📱. Mucha de esa gente realmente no te conoce, ni tú a ellos, solo tienes y tienen una interpretación de lo que eres tú, tu corazón y naturaleza. Solo quién ha compartido contigo la vida, sabe lo que hay en ti, crudamente y sin anestesia, Pero dedicar tu tiempo a reforzadores positivos al igual que el ratón, no te hace libre, ni mucho menos mas transparente, pues únicamente hay reflejos, ilusiones, pantomimas, retoricas armadas de muletillas, respuestas automáticas, adornos sociales al fin y al cabo.
Mejor invierte tu YO, en fomentar socializaciones directas, que mires a la cara a tus amigos, donde seas simple, natural y quizá chistoso, fomenta amistades leales, siendo tú leal con ellos, fomenta amistades sanas, siendo tú medicina para ellos cuando requieran un hombro solido para apoyarse, fomenta recuerdos que duren para siempre. El montañismo nos permitirá eso, ya que en tu estado natural en campo, sentirás el frío al igual que tu amigo de montaña, se cansarán tus piernas al igual que las de tu compañero de ascenso, disfrutarán de la creación de Dios en un paisaje, al simplemente contemplar la creación en un amanecer. Esa comunión debe ser muy tuya, muy existencial con tu "ahí y ahora", una cita contigo mismo corroborando una vez más de que existes y en esa cita tan especial, no se permiten teléfonos.
Carpe diem "Excursionismo, Senderismo y Montañismo".